jueves, 8 de noviembre de 2012

VIVIR CON MIEDO


Y dijo Dios a la mujer: Multiplicaré tus trabajos y miserias en tus preñeces: con dolor parirás los hijos, y estarás bajo la potestad o mando de tu marido, y él te dominaráGénesis  
                                                                                                                                                                                                                                                                                
“Es evidente que, por naturaleza, la mujer esté destinada a obedecer, y prueba de ello es, que la que está colocada en ese estado de independencia absoluta, contrario a su naturaleza, se enreda enseguida, no importa con qué hombre, dejándose dirigir y dominar, porque necesita un amo. Si es joven toma un amante; si es vieja, un confesor.”Shopenhawer

“Las leyes, son como las mujeres, están para violarlas” J.M. Castelao(5-10-2012)

Sólo tres citas entre cientos, han definido el pensamiento sobre el que se ha sustentado y se sustenta la relación entre el hombre y la mujer. LA DOMINACIÓN y SUPERIORIDAD del sexo masculino sobre el femenino. Esa potente máquina de pensamiento que durante siglos ha justificado lo injustificable, que las mujeres somos inferiores por naturaleza, y necesitamos siempre un dueño que nos domine, que nos tutele.
Y así, Ellos decidieron que el PODER estaría en la fuerza física que la naturaleza les ha otorgado, frente al PODER que a nosotras nos ha concedido la naturaleza, la capacidad de dar vida.

 ¿Así pues, cómo podemos cambiar algo tan intrínsicamente grabado a fuego en nuestro imaginario colectivo, algo que ha definido a nuestra HUMANIDAD? Sólo a través de la Educación. Debemos transformar nuestras creencias, nuestra Cultura y transformar profundamente todo lo que signifique desigualdad, violencia y dominación. Debemos reescribir nuestra historia, la historia de las mujeres y nuestra aportación como motor fundamental de transformación social en todas y cada unas de las épocas, de la evolución humana.

Pues bien ya toca dar un vuelco fundamental en cómo nos sentimos y relacionamos hombres y mujeres, porque una sociedad democrática, que debe luchar por evolucionar y crecer en la defensa de la IGUALDAD, la TOLERANCIA, el RESPETO, no puede mirar hacia otro lado, mientras su otra mitad sufre diariamente violencia, donde su otra mitad sabe que no es libre, porque todos sus actos y movimientos van a ser juzgados desde el prisma del machismo, ese machismo que vivimos todas, de muchas maneras, desde el desplante aparentemente inocente,  el “cállate tu que sabrás”, hasta el peor de los castigos que podemos sufrir, el miedo, ese miedo paralizante, ancestral, terrorífico, EL MIEDO A QUE TE MATEN. A QUE TE MATE QUIEN  ERA, TU COMPAÑERO DE VIDA, TU ENAMORADO.

A pesar de todo ello, diariamente mujeres fuertes y valientes claman por su vida y por su libertad de la única manera que pueden, VIVIENDO.


   Amparo Antuña Asenjo, Presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas de Asturias


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